Jujuy es uno de los destinos del norte argentino de permanente concurrencia y las razones de que su turismo presente una notable actividad son varias, pero sin dudas, la principal es que se trata de una provincia que posee una belleza cautivante. Es verdaderamente asombroso contemplar como sus cerros coloridos van adoptando diferentes matices y como los pueblos que van surgiendo a lo largo de la Quebrada de Humahuaca tienen su propio encanto.
Uno de ellos es Tilcara, allí donde el “diablo metió la cola” para llenarlo de gracia, para volver sus calles pintorescas y darle vida. Tilcara es uno de esos rincones que producen “amor a primera vista” y quién aquí llega, no quiere volver.
Uno de los atractivos principales de Tilcara es que la llaman “la capital arqueológica provincial”, ya que contiene muchos retazos del pasado, con indicios del estilo de vida, plasmados en construcciones y objetos únicos. Pero el pueblo no es el único sitio que puede dar cuenta de ello, sino también otros atractivos cercanos a Tilcara: Alfarcito y Casa Colorada, entre ellos.
Alfarcito es el perfecto testigo de la época prehispánica, ya que con sus más de tres mil hectáreas, se presenta como un notable y curioso yacimiento de cultivos. Su valor es incalculable porque tiene una existencia de 800 y mil años de antigüedad. Ha sido uno de los lugares preferidos de arqueólogos e investigadores al momento de emprender diversos proyectos de estudio y el resultado no ha sido en vano ya que se encontraron objetos variados como artesanías, productos de cerámica, entre otras cosas. Esto permite conocer cuáles fueron los hábitos y actividades de las comunidades del pasado.
Por supuesto, en torno a las investigaciones también surgen historias y una de ellas sostiene que el nombre Alfarcito se debe a al antropólogo Bennet, quién encontró un “estilo alfarcito policromo”, que incluía dibujos y trazos diversos, estampados en las cerámicas halladas.
Alfarcito tiene belleza con la que presumir: se encuentra sobre un cordón montañoso, a más de 2900 metros sobre el nivel del mar, por lo que regala una vista fascinante e impactante de los alrededores. El paisaje es permanentemente interrumpido por terrazas irregulares, en donde se encontraban los cultivos. Así como también es posible apreciar diferentes viviendas, que revelan que la estrecha relación que tenían los pobladores con el trabajo agrícola, siendo esta la actividad principal. Los cultivos eran regados a través de canales y sistemas de riego, que buscan aprovechar las cuencas hídricas y ríos cercanos al lugar.
Las viviendas comparten algunas características en común pero es fácil identificar rasgos propios. Por ejemplo, hay algunas que se destacan por tener mayores dimensiones que otras, además de numerosas habitaciones y de forma rectangular. Pero también hay casas cuyo diseño es circular y que se encuentran ubicadas en el medio de terrazas.
Estas viviendas exhiben techos con forma tipo bóveda, mientras que, según los estudiosos, las viviendas más “modernas” serían aquellas cuyas aberturas son en falsa bóveda y que también se pueden apreciar. Por otro lado, también hay algunas construcciones apartadas y que se estima que fueron para alojarse de modo temporal.
Hay todo un mundo por descubrir en Alfarcito y Casa Colorada. Por eso, no dejes de visitar este lugar en tu paseo por el norte argentino.

Fatima Seppi

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Etiquetas: Alfarcito, Las Marías, Tilcara
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